Wednesday 16 December 2015

Let's think and decide

The following text is a post-COP21 reflection on the importance of living a sustainble lifestyle, one that is respectful of people and nature. It is written by Natalia Lázaro Prevost, a Manos Unidas' volunteer from the delegation that participated in the Paris Program ofthe Campaign "Change for the Planet - Care for the People". The article is followed by a poem written on the ocassion of the Mass held on Sunday 13 December, by Laura Menendez, another volunteer from the Manos Unidas delegation.

Texts entirely in Spanish.


PENSEMOS Y DECIDAMOS 

By Natalia Lázaro Prevost, volunteer, Manos Unidas Barcelona

Hoy me gustaría hacer un llamamiento al pensamiento. La pausa, la pregunta, la responsabilidad individual que no suelen tener lugar en nuestras rutinas. Durante los últimos siete días he tenido la oportunidad de representar a la Delegación de Barcelona de Manos Unidas en las iniciativas de movilización ciudadana en la COP21 de París. Como para muchos de vosotros, el cambio climático era para mí una realidad lejana hasta entonces. Sabía de su existencia pero me mostraba escéptica ante sus soluciones. Ahora, después de semanas de lecturas, conversaciones con testimonios directos del Sur y descubrimientos de propuestas reales afirmo que esa posición no era más que la del ignorante. Ignorancia por no atender a la causalidad directa entre nuestras acciones diarias y las consecuencias que estas tienen en mayor medida sobre la vida diaria de los más vulnerables, quienes incluso son privados de derechos tan fundamentales como la seguridad alimentaria.

Hoy me gustaría decir que no vamos a cambiar el mundo pero sí podemos decidir por nosotros mismos cómo queremos vivirlo. Siguiendo con el derecho a la alimentación, pienso que es necesario tomar conciencia de que muy probablemente, cada vez que vayamos al supermercado, algunos de los alimentos tan frescos y bonitos que ponemos en nuestro carro de la compra son propiedad de aquellos que no pueden consumirlos. ¿Os imagináis a un grupo de personas llegando a vuestra casa para informaros de que van a vallar vuestro jardín? Que se van a quedar todos los productos que crezcan delante de vuestra casa para exportarlos a los países de dónde ellos vienen y que, lamentablemente, ¿vosotros tendréis que ir a comprarlos al supermercado que encontréis? Claro está, si os alcanza el dinero ya que antes de su llegada vuestros ingresos provenían del comercio generado gracias al lugar dónde ahora no tenéis acceso.

Hoy me gustaría invitaros a visitar vuestra nevera. ¿Cuántos productos están envasados?,¿cuántos son de temporada?, ¿cuántos necesitáis para llevar una dieta saludable? y, finalmente, ¿cuántos van a terminar en la basura porque no habéis tenido tiempo de consumir? Según datos de la FAO, de las 8 millones de toneladas que se desperdician anualmente en el Estado español, más del 60% ocurre en el ámbito doméstico. Los procesos de empaquetado y distribución contribuyen a la generación de gases de efecto invernadero que afectan al cambio climático de forma innecesaria y, en consecuencia, a las comunidades más pobres y vulnerables que tienen una capacidad de adaptación limitada. Hay alimentos suficientes para terminar con el hambre en el mundo, sin embargo, al no preguntarnos el porqué de su prolongación alimentamos un sistema que impide poner fin al problema y del que incluso resulta beneficiado. Dejemos que los vecinos del Sur cultiven sus tierras y potenciemos la producción local en nuestros países para generar economías autosuficientes en los países ricos pero también en los pobres sin dependencia de las exportaciones.

Hoy me gustaría terminar afirmando que muy difícilmente vamos a romper con el sistema del que hablo. Los acuerdos de París serán un paso adelante pero no una marcha suficiente para constituirse como solución. Por ello, personalmente pienso que, como en todo, nuestra máxima ambición debe ser la de la responsabilidad individual. Somos seres sociales con la magnífica oportunidad de intercambiar experiencias y generar nuevas ideas pero ello no debe sustituir la reflexión privada. Siendo conscientes de las limitaciones de nuestro entorno hago un llamamiento a decidir con autonomía de pensamiento cuáles van a ser nuestras intervenciones que, aunque de forma aparentemente invisible, son perjudiciales para todos y sobretodo para las generaciones futuras. Gracias al equipo de Manos Unidas por dejarme caminar un poco más allá y seguir abriendo las puertas del aprendizaje profesional, intelectual y personal.

POEM


Un corazón lleno / A full heart


By
Laura Menéndez, volunteer, Manos Unidas Castellón


Hoy siento que mi corazón está lleno.
Lleno de SONRISAS que encontré al conocer a todos los participantes.
Lleno de ENSEÑANZAS adquiridas en los breafings políticos.
Hoy mi corazón está lleno de HERMANDAD al conocer las experiencias de nuestros hermanos del Sur.
Lleno de RESPONSABILIDAD dada por la espiritualidad del ser católica.
Lleno de DIVERSIÓN al salir a la calle para hacer la acción conjunta.
Hoy mi corazón está lleno de AMISTAD con las personas con las que he compartido este viaje.
Lleno de ESPERANZA que juntos podemos lograrlo.
Lleno de AMOR a nuestra 'casa común' y a todos los que formamos parte de ella.
Hoy siento que mi corazón está más lleno de DIOS.

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